Esperanza

Hoy Miércoles 30 despues de un par de fechas sin contar el viaje, especialmente porque estube en 2 lugares uno privado y otro secreto, Puedo publicar sobre mis viajes otra vez.

Me voy a porteño barrio de Villa Crespo, a uno de los pocos autenticos bares de tapas de la ciudad,

Bar de tapas en tal como los de España, nada pretencioso, una barra, tapas frías y calientes y vermut cerveza tirada y mezclas simples al precio justo.

Y todo producto del la generocidad y buena onda de un grupo de jovenes que decidio arriesgarce a poner un bar con mucha onda.

Les agradezco de corazón que me hayan abierto sus puertas.

sorpresas en la previa

Lleve las botellas viajeras a Doppio Zero un día antes para hacer mas rápido todo la noche viajera.
Y al llegar me recibió Marinito (el ruso) Akman.
Me sirvió un café mientras su equipo terminaba de armar todo lo necesario para dar el servicio esa noche. Un ojo en la pc mirando el partido de su equipo (velez) y el otro en le salón arreglando los últimos detalles.
Y rápidamente llegaron los primeros clientes y un pedido de cócteles, Clarito, negroni, mojito .
Pregunte ¿clarito? Si Fede acá servimos clarito y algunos pocos cócteles clásicos mas.
Y se disculpo porque su barra según el estaba medio improvisada, pero mirando bien habia 2 lindas cocteleras (chanchas) 2 vasos mezcladores (con pico no floreros) varias cucharas y una selección de vajilla mucho mas que correcta hermosas copas de cóctel, vasos barril y buenos higball.

En un estante varios libros entre ellos un par de coctelería (las versiones en español y en ingles de uno de mis preferidos).

Una buena selección de vermut y amaros italianos, o sea a mi entender una gran barra.
Sobre todo porque ademas habia rico whisky por ahi.

Veremos que sale esta noche, el escenario esta listo.

Rumbo a Doppio Zero

Si queren ver la imagen a pantalla completa denle click.

El mapa para que nadie se pierda, la lista manuscrita de los cócteles que ofreceremos.

Doppio Zero queda en Soldado de la Independencia 1238.

Y los esperan deliciosos cócteles todos bastante aperitivos.

Nos vemos pronto.

Cuco

Nuevo Restaurante Viejos amigos

Después de una linda charla sobre amaros en rosario.
Mi viaje me llevo a la barra del restaurante HG en el Hotel Boutique Fierro.

Compartí el trabajo con Martín Bruno, gran amigo y ex padawan.
A pedido de el el coctel añejado fue rob roy.
Y completé el menú con los aperitivos :
  C&C (sour de Cynar y Campari) Repeti el exitodo Black & tan.
Cóctel olvidado Chicago Fizz y Múltiple choice (familia de cócteles) Crusta.

Fue un placer compartir mis 2 noches con el equipo de HG.
Una barra pequeña pero cómoda, que no tiene banquetas así que el servicio fue 99% a las mesas.
Me sorprendió lo mucho que se bebió el crusta, que yo decoré con azúcar colorida, para que los camareros pudiesen diferenciar los diferentes tipos.

El primer día llegaron un par de grupos de extranjeros que habían leído algo en twitter.
Ademas Martin Bruno se encargo de vender varios aperitivos a la gente que concurrió a cenar.
A última hora llego el afamado bartender local, Ludovico de Biaggi quien invito al señor Ramiro ferreri con quines comperti luego de trabajar una copa en el Bar de Samu. Extrañaba realmente esa camaradería de los cocteleros de ir a visitar bares amigos luego de cerrar la barra propia.
Anécdota le pedi al cocinero un paty (hamburgesa) y me preparo esta descomunal burguer empanada y frita.

La segunda noche el sábado arranco tranqui con un beso a la botella de George Dickel N°12
Rico rico, gracias Martín por convidarme un sorbito.

Dispuse las botellas amigas sobre la barra ...

Y dispuse mis herramientas antiguas sobre la barra.

Y me prepare para una noche de cocteleria, empece muy tranqui pero de repente los amigos viejos empezaron a llegar. Julian (alias flanagan) Martín el periodista, Mon (la periodista con mejores sombreros) y luego mi viejo amigo y cliente Santiago.
Cosas raras pasaron cómo que Julian bebiese su primer cóctel escarchado con azúcar.

 El señor cocinero tambien disfrutó de los crustas. Y al final de turno le prepare una rica jarra vermusera al equipo de cocina que corrio mucho, ya que se lleno el restaurante.
En broma alguien dijo que Cuco es como Mirta Legrand trae suerte.
Saque un par de clásicos fuera de menú pero lo mejor fue que todos los cócteles del menú fueron elegidos por algún cliente.
Y al igual que el cobbler en algodon, o el julep en korova los cocteles viejos demuestran que estan mas actuales que nunca.
Esta semana voy a doppio zero y la proxima a la esperanza azcurra...
La info mas actualizasa esta siempre en twitter.
@fedecuco

Nos vemos del otro lado de la barra adios.

Una noche tranquila y nadie es perfecto.

Elegí cuidadosamente mis herramientas y fue por segunda noche a Algodón Mansión.

Ningun lugar es perfeto pero trabajar con cocineros amigos que te cortan la fruta en microbrunoise es algo buenisimo. Gracias Hernan Grissini por la buena onda.

 Ni hablar que detras de una barra de mármol blanco uno se siente un bartender de otros tiempos.
Nada de Maní y quesito aca todo se acompaña con frutos secos (me recordó las almendras asadas de unik) y un Bouche para cada cóctel.

La noche anterior habia sido un viernes lleno de movimiento, esta en cambio fue un miércoles.
El mismo escenario pero era otra canción, llego sorpresivamente a visitarme  una vieja amiga y clienta y uno de mis ex jefes con su novia (mi amiga rosario) Igual por suerte las camareras y mi compañero de barra se encargaron de ayudarme a vender un par mas de mis cócteles.

 Otra vez el hit fue el Cobbler en su version inglesa Beefeater 24, cointreau limon te negro batido sobre hielo roto y fruta de estación.
Fue lindo esta vez llegar sabiendo mas o menos donde estaban las cosas y donde acomodar mis botellas viajeras.

Mis vasos mezcladores listos para refrescar los presidentes añejados me acompañaron por ultima vez.

Mi querido vaso mezclador se rompió por un descuido mío, al menos murió en batalla coctelera y en una mudanza como otros que perdí antes.

Me di el lujo de comer en la cocina y a la carta lo cual me hace dar cuenta de que este trabajo a veces tiene momentos impagables, la camaradería gastronómica no tiene precio para todo lo demás existe las tarjetas de crédito .

MI pica hielo poco a poco se esta volviendo herramienta inpresindible para mis cocteles antiguos.
Y mi licor de espuma de cassis no deja de sorprender a clientes y compañeros.

Pese a la tristeza de perder mi mixing glass preferido y charlando con mi compañero recordé eso que nos enseña la botella de old par, que podemos estar al borde del precipicio pero nunca perder el equilibrio.

Eso si trabajar un dia tranquilo me hizo notar lo solitaria que es la vida del bartender de hotel.
Este viaje me esta enseñanado muchas cosas proxima semana espero aprender algo tambien.

Nos vemos.